Un sueño acaba... otros empiezan

Durante tres años este blog ha representado mis primeras ilusiones como escritor.
A través de él he mostrado mis humildes historias y fantasías a quién ha querido acercarse, y gracias al mismo he podido conocer gente estupenda que siempre llevaré dentro de mí.
Pero hay que pasar etapa, no queda más remedio.
Más abajo dejo la introducción original, pero ya no puedo distribuir el libro como allí se expone. Dejo todo lo demás igual, como homenaje a lo que fue.
Dulce sueños.

Pero si te has quedado con las ganas, unos editores locos lo han publicado de nuevo, ya en plan formal y con el título de El hombre imaginado, en:


http://pedroescudero.pro/el-hombre-imaginado/


Portada de El hombre Imaginado


Y si tienes ganas de más relatos, también puedes encontrar otro de mis recopilatorios publicado por la Ed. Saco de Huesos en:




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Si has llegado hasta aquí, o es que ya me conoces, o es que te ha picado la curiosidad porque a alguien o en algún sitio has oído hablar de mí y de este pequeño sueño. En todo caso, BIENVENID@.

Las entradas empiezan más abajo, pero antes deja que me presente y te cuente de qué va todo esto.

Soy Nachob, contador de historias.


Llevo ya varios años navegando en páginas literarias, compartiendo ilusiones y relatos con los compañeros.Tras el primero, tomé la decisión de hacerme un regalo que me recordarse lo bien que me había sentido volviendo a escribir y leer, a imaginar y conversar.

El resultado es el recopilatorio "Un año de palabras", que recoge lo que escribí durante ese maravilloso año.

Como este proyecto no tendría sentido sin los compañeros que fueron conmigo durante ese trayecto, cada relato está prologado por uno de ellos. No puedo quejarme, uno se siente feliz con gente así a su vera.

Si te fías de ellos, y de todos los demás que los han leído y comentado, atrévete a entrar en mi mundo. A lo mejor encuentras algo distinto a lo que veras en editoriales y anuncios. Y, por favor, si lo haces, no dejes de decírmelo. Para bien o para mal, lo que hago lo hago para ti, y necesito saber que estás ahí. Abajo tienes los prólogos hechos para cada historia y algunas opiniones sobre ellas de sus lectores.

Si quieres el libro, simplemente pídemelo con un correo. Te lo mandaré dedicado con dos pequeñas condiciones:

- Primera, que lo leas. Ese es su sentido, y la razón de mi trabajo. Luego debes reseñarlo en tu bitácora, blog, página..., y, si no gastas de esas cosas, al menos debes dejar tu opinión sobre él dejando los comentarios que puedas en las entradas de este blog o al menos, en el libro de firmas. Así sabré que te ha llegado (no pido muchos lectores, pero sí buenos).

- Segundo, tenemos que devolver algo de lo que este mundo nos da. Así que si realmente juzgas que ha merecido la pena, entrega lo que creas que vale a la ONG, iglesia o causa que más te convenga. Yo necesito tus comentarios. Tu dinero debe tener mejores fines.

Con eso, y una sonrisa, me doy por satisfecho.

Y es que, compañero, en este mundo de los protoescritores, todo es posible si sabemos soñarlo.

De "Un año de palabras" han dicho...

UNA DE ESAS SORPRESAS IMPREDECIBLES QUE CAMINAN POR LAS VEREDAS MENOS TRANSITADAS DEL CIRCUITO COMERCIAL DEMOSTRANDO UNA CALIDAD INCUESTIONABLE.
Scifiworld

Un libro recomendable tanto para aquellos que no le conozcan, pues los relatos son de una excelente calidad, como para aquellos que ya le hemos leído en el pasado, pues disfrutaremos de su narrativa en un nuevo formato, en una nueva piel, pero con el mismo espíritu.
Ociojoven

Una interesante antología, de lectura adictiva
Sedice

Una libertad creativa envidiable…merece la pena leer a Historias
La Revelación

El libro genial...Toca todos los géneros , es muy ameno, y si tuviese que destacar algo en concreto, diría que la sensibilidad de este autor te "llega", hace que te lo "creas" y sobre todo que lo"sientas" como si las cosas le estuviesen pasando a alguien muy cercano a uno mismo...
El rincón del autor, Jaime 1900

Hacía mucho, mucho tiempo que no leía una recopilación de relatos como esta. Tan impactante, interesante, profunda, MAYÚSCULA, venida además de la mano de un único autor
NGC 3660

Historias originales, frescas y que, como el buen vino, mejoran con el paso del tiempo.
Ociozero

Tras empezar el año 2009 terminando el libro “Un año de palabras” no puedo más que pensar que es gran comienzo.
Lee libros

José Ignacio Becerril, dispuesto a mostrarnos su corazón y hacernos disfrutar con sus sueños. Y aún, hasta el final del libro, encontraremos muchos y sorprendentes.
Entrad y dejar que Nachob os sorprenda
Acantilados de papel

Hay mucha ilusión puesta en cada uno de estos trabajos pero también hay talento, buenas cualidades narrativas, imaginación inagotable y capacidad para trasmitir emociones
Macgregoradas

Es un escritor con unos usos medidos, templado en la forma y generoso en el ritmo y concepción. Tiene un oficio maestro. Conoce los entresijos del género corto a la perfección y los hace suyos. Su fluidez narrativa es exquisita. Su ritmo suave, casi con mansedumbre, hace que pueda narrar lo más trivial y lo más descarnado sin despeinarse.
Espada y Brujería

Poseen un estilo, como decía dinámico, un poco hipnótico... el autor enseguida atrapa al lector durante las primeras frases de su discurso... y eso tiene mucho mérito.
La biblioteca del Kraken

Un denominador común, la narración de una historia sencilla en la que te sumerges rápidamente, con personajes creíbles en la que el autor intenta sorprender
Guanijey

Un libro del cual he disfrutado, con cuentos sensacionales
Bem on line

Los relatos que nos presenta Nachob son entretenidos, con su punto inquietante, de lectura muy accesible, pero no exentos de profundidad y bastante emocionantes. Y ¿por qué no? con ese puntillo friki que tanto nos gusta.
Vía News 5.0

El lector que compre Un año de palabras se va a entretener y divertir mucho con las historias fantásticas de su interior. Va a pasar momentos muy agradables leyéndolo.
Portal Cifi

En resumen, el libro es sublime, digno de una lectura detallada por parte de cada uno de vosotros, un texto que te sorprende y el siguiente te hace llorar. Un libro que no te permite respirar, que te deja sin aliento y te invita a seguir acariciando sus líneas con nuestra mirada. Un libro que invita completamente a liberarte del mundo, a meterte en miles de mundos nuevos y a navegar en ellos sin miramientos.
Un gran libro, un gran estilo, un magnífico escritor.

Revista Trímagínas?

En definitiva se trata de una lectura más que recomendable. Se nota que el autor es un amante de los relatos cortos como género con entidad propia, y no una suerte de sustituto o hermano menor de la novela. Para todos aquellos que disfrutan con la intensidad propia del relato este es su libro.
Más cuento que calleja

El contenido está cargado de sentimiento y de grandes reflexiones sobre la condición humana en cada uno de los relatos. Sorprende, además, la facilidad que tiene para imbuirte y mezclarte en la narración.
Desde el puerto espacial

¡Qué bueno! ¡Qué emotivo! ¡Qué entretenido! ¡Qué variedad! Un volumen que ofrece cuentos, series y relatos, y que constituye un carrusel por el que desfilan todos los géneros literarios
Rincón del misterio de Io

Quizá eso es lo que más me seduce: descubrir que alguien que es un perfecto desconocido a vista de los ojos de las grandes editoriales y de los críticos, sea capaz de escribir sobre cualquier género y hacerlo con esa claridad y ese ritmo del que dota a todos sus relatos
Parador nacional de historias de Sechat

Nachob hablaba tan bien tanto en sus relatos como en los propios mensajes del foro, con su imaginería particular y su estilo propio, sobrio, moralista a veces, tremendo casi siempre, y leerle es guardar un maravilloso recuerdo de su legado artístico.
Obliviamare

Hasta el momento venía valorando los libros que leía con submarinos, de 1 a 5 según me gustase más o menos. 5 se me quedan cortos así que creo una nueva calificación que otorgo por primera vez. El Submarino de oro.
Utopia en días rojos

Os lo recomiendo, es mejor que muchos que he leido últimamente
Metis y yo

José Ignacio Becerril Polo es un artista íntegro. Entiende la literatura como un placer compartido entre el escritor y el lector. Él nos cuenta cuentos, con su estilo preciosista de meterte bajo la piel cada momento y sensación de la narración, sin caer en abundantes descripciones. Y el lector participa en los cuentos completándolos con su imaginación.
Los secretos de la Rosa

Un año de palabras es algo más que una recopilación de relatos, en este libro está plasmado todo un año que Nachob (Ignacio Becerril) nos dejó compartir con él.
Escrito en agua

miércoles, 16 de julio de 2008

Un año de palabras: Prólogo

Prólogo


En el océano de Internet, Ociojoven debe ser lo equivalente a una isla, a una en la que pronto me sentí como en casa. Por ella se asoman muchos viajeros de paso, y también recalan algunos parroquianos fijos. A unos y a otros los voy frecuentando, de un modo privilegiado, desde mi cargo de tabernero de la sección de literatura —a donde me destinaron cuando lo de la pata de palo—. Y gracias a ello, en una época de calma chicha, conocí a Nachob.

Creo que aquello de que la comunidad la hacemos entre todos no adquirió su sentido pleno hasta que el compañero desembarcó con todo su entusiasmo. “Se le oía cantar” era uno de esos textos que no llegan nunca a la página. Secreto oculto tras las bambalinas, tenía todas las papeletas para ser desestimado por las numerosas erratas que traía de equipaje, aunque no era ésta la rareza, sino que la historia, a pesar de ello, me cautivó de tal manera que me tomé la relativa molestia de ir corrigiéndolo mientras lo leía. Agotado por el esfuerzo, y estremecido por la historia, reconozco que sentí cierta envidia cuando los comentarios positivos empezaron a sucederse. Me daban ganas de gritar “¡Hey, que era una chapuza hasta que lo corregí!”, pero en el fondo sabía que era falso, y que era normal que la historia sedujese al resto tanto como me había seducido a mí. El punto crítico llegó cuando el autor —un desconocido al que yo suponía argentino, quién sabe por qué demonios, porque somos paisanos—, me pidió que colgara un final alternativo. Como me ha ocurrido a lo largo de toda mi vida, siempre he juzgado mal en las primeras impresiones a los que luego se han convertido en grandes amigos, y en este caso me alegra haber seguido el ejemplo de Job y haber colgado ese nuevo final en lugar de enviar al nuevo triunfador a escaparriar.

Cuento esta anécdota no sólo para mostrar cuán abnegada es mi tarea en Ociojoven, sino para intentar explicar qué ha supuesto Nachob para nuestra comunidad de aficionados a la literatura. El-ojo-que-todo-lo-quiere-ver no sólo se llevó los mejores comentarios por sus historias, cosa que él no podía suponer inusual, hasta el punto de conseguirse enemigos jurados en las sombras que empleaban su tiempo en bajarle subrepticiamente las puntuaciones de los relatos, que ya es dedicación, sino que consiguió que sus obras fueran elegidas “relato del mes” cinco meses consecutivos, medio año que sólo fue desbancado por el ganador absoluto del III Certamen de Relato Joven. Además, no sólo se dedicó a ponernos las pilas publicando buenos relatos en la página, que ya hubiera sido un buen revulsivo, sino que estuvo allí, y todavía está, comentando todo lo que se publica, participando en el taller, transmitiendo su entusiasmo y arrancando sonrisas todos los días a los que tenemos el privilegio de cruzarnos con él. Creando comunidad, como decía.

Seguramente es por ello que este año de palabras que aquí nos presenta no es sólo su año literario, sino un poco el de todos los que compartimos con él este tiempo en Ociojoven. En él se incluyen los doce textos, uno por cada mes, que se marcó escribir como meta, y, muy a su estilo, también los textos adicionales que le fueron saliendo a lo largo del año, y que son auténticas novelas cortas, y los microrrelatos de los retos, esos desafíos a vuelapluma del taller de literatura. A alguno podría parecerle una locura incluirlo todo, pero yo creo que ha sido la mejor elección que podía hacer: por un lado, la calidad de los textos es innegable, y, por otro, la radiografía de su año literario no estaría completa si faltase a su auténtico espíritu.

Yo creía que tendría que hablar en el prólogo del Nachob autor, pero eso se ve por sí solo en el libro. Su característica más clara es que es un escritor a pecho descubierto, y la primera prueba es que aquí lo tenéis todo, sin trampa ni cartón. Sin miedo a subir al estrado. Este valor no se limita a la capacidad de escuchar al lector crítico, sino que también le permite ponerse en cuestióny reelaborar los textos hasta el agotamiento; porque ése es Nachob el escritor: uno que te escribe la misma historia quince veces, y que es capaz de reinventarla en un bucle infinito aunque estén invadiendo la Tierra. Este arrojo tampoco se queda en el plano formal, pues es quizás en el contenido de los textos donde más se muestra el verdadero creador. Desde luego, nadie podrá cuestionarle que se haya mojado. Sus personajes, humanos, nada maniqueos, no temen tampoco en decir bien claro que hay cosas buenas y cosas malas, y seguramente por ello, el público acaba rindiéndose. ¿Cómo no hacerlo cuando la historia engancha, sorprende, entretiene y no se asusta cuando hay que decir blanco o negro? Supongo que todo se resume en una cosa muy sencilla: Nachob, aun más que escritor, es un narrador, y uno de los pocos que te hace leerte quince páginas en pantalla sin generarte íntimos malos sentimientos.

Seguramente una burda simplificación de la realidad, siempre me he dicho que una obra merece la pena si consigue hacerte reír o hacerte llorar. No soy un lector excesivamente empático, y empachado de textos como estoy, cada vez lo soy menos, pero con los relatos que aquí encontraréis me emocioné en ambos sentidos más de una vez. Desde el primero hasta el último. Es algo que, por crudo que resulte decirlo, no conseguirá el 90% de los bestsellers con los que esta obra no compartirá estantería en ninguna librería.

Son cosas que hacen recuperar la fe en la literatura, que hacen pensar que existen otros modos, quizá los más viejos, de abordarla. Y, sobre todo, es algo que ha hecho que este año de palabras de Nachob haya sido uno de los mejores que yo haya pasado en mi islote de Ociojoven. Espero que los siguientes continúen esta intempestiva tradición con la que el compañero hizo desaparecer la calma chicha. Esperemos, demonios, que vengan muchos años de galerna. Mantendremos, con ilusión, la cocina bien repleta en la taberna.

Akhul, el viejo patapalo, al que en algún puerto llamaron Juan Ángel Laguna Edroso.

1 comentarios:

Ángel Vela dijo...

Tras leer este prologo y el texto del que se habla, creo entender perfectamente como se sintió Akhul.